miércoles, 21 de junio de 2017

LA TELEGRAFÍA ÓPTICA EN ESPAÑA

A finales del siglo XVIII las potencias europeas buscaban un sistema eficaz de comunicaciones para el servicio oficial dentro de su territorio. El milenario sistema de transmisión de señales visuales fue por entonces perfeccionado dando como resultado el telégrafo óptico. Fue en la Francia revolucionaria donde el primer sistema de telegrafía óptica moderna se utilizó por vez primera.

España no fue ajena al desarrollo de esta tecnología. El conde de Aranda, a la sazón embajador en Francia, tuvo los primeros contactos con varios de sus precursores. Eligió para desarrollar el telégrafo óptico español al prestigioso ingeniero Agustín de Betancourt, quien en su vida profesional había contado con el apoyo del conde de Floridablanca. Betancourt había residido en Francia e Inglaterra, donde conoció los trabajos de Chappe y Breguet y de Murray respectivamente. A su vuelta a España, Betancourt logró con el apoyo del ministro de Estado, Mariano Luis de Urquijo, que Carlos IV aprobase el proyecto para la instalación del telégrafo óptico en España.

Así, en agosto de 1800 entró en funcionamiento la primera línea de telegrafía óptica española, que unía Madrid con el Real Sitio de Aranjuez. La crisis de la monarquía y la invasión napoleónica dificultaron la creación y la extensión de una red de telegrafía óptica en España. Hubo que esperar al decenio de 1840 para que, bajo la dirección de José María Mathé, el telégrafo óptico se desarrollase, más allá de los mencionados primeros enlaces entre la capital y los Reales Sitios, con la construcción de tres líneas que enlazaron Madrid con Irún, Cádiz y La Jonquera respectivamente

Torre de Monterredondo, en la linea Madrid-Irún
La primera, con 52 torres, entró en funcionamiento el 2 de octubre de 1846, y permitió una primera conexión con Francia. Tres años después comenzó a funcionar la línea que unía la capital con La Jonquera por Valencia y Barcelona. Finalmente, en febrero de 1853 quedó concluida la línea Madrid-Cádiz. Lo tardío de estas fechas impidió que la red de telegrafía óptica tuviese un mayor desarrollo como consecuencia de la rápida expansión del telégrafo eléctrico.

El telégrafo óptico tuvo un carácter exclusivamente oficial, tanto como sistema de comunicaciones de la Corte en sus distintos emplazamientos palaciegos, como gubernamental, en dependencia de los ministerios de la Gobernación y de la Guerra.

El sistema de telegrafía óptica consistía en una serie de torreones, conectados visualmente entre sí, desde los que se transmitían señales codificadas, similares a los sistemas todavía hoy empleados para la comunicación marítima mediante banderas. La aparición del telégrafo eléctrico supuso el declive de la telegrafía óptica, la cual sólo pervivió en su vertiente militar a lo largo del siglo XIX, debido a la vulnerabilidad de las líneas electro-telegráficas y por la imposibilidad de tender cables por todo el territorio de una manera rápida.

De hecho en 1855, año de la inauguración de la línea electro-telegráfica Madrid-Irún, la línea homónima de telegrafía óptica quedó obsoleta y fue desmantelada. Progresivamente hasta 1863 el resto de líneas correría la misma suerte.

Torre de Navalapiedra
Detengámonos en una de las torres de la línea Madrid-Irún, concretamente la número 5, la cual ha sido afortunadamente restaurada y luce orgullosa su silueta a 1.331 m de altitud en la cumbre de Cabeza Mediana (también conocida como Cerro Cañal y como Cerro del Telégrafo), desde donde domina la hoya de Villalba en el valle del Guadarrama.

Conocida como Torre de Monterredondo, fue edificada en 1841 y estaba eslabonada visualmente con la torre número 4 (llamada de Navalapiedra) hacia el sur, la cual se encuentra en buen estado de conservación en el término de Torrelodones (no confundir con la airosa torre medieval de los Lodones) y con la número 6 hacia el norte, en el puerto de Navacerrada, en lo que es hoy una pista de esquí que recuerda con su nombre a la desparecida torre. La Torre de Monterredondo fue restaurada en 2008 a partir de los planes originales, año en que la dotó de una réplica de aparato de señales ópticas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario