domingo, 26 de febrero de 2017

VIAJE EN EL TIEMPO: UNA VISITA A LA FABRICA DE LA HISPANO DE GUADALAJARA

En un artículo anterior señalábamos a la fábrica de La Hispano de Guadalajara como uno de los elementos del legado de la Hispano-Suiza así como subrayábamos su idoneidad para albergar un museo nacional de automoción. En el presente artículo vamos a realizar una visita a lo que fue la fábrica alcarreña de la prestigiosa marca nacional de automóviles.

Situación
Se asienta sobre un terreno de 6 Ha en la carretera antigua de Marchamalo esq. Avenida de Cristóbal Colón 2, en el término municipal de Guadalajara.
Coordenadas: 40°38'51.4"N 3°10'50.6"W (40.647623, -3.180729).

Vista aérea del conjunto fabril. Se han señalado los contornos de las construcciones desaparecidas

 Construcción
1917. Sin uso desde 1978.

Actividad
Fabricación de aeroplanos y camiones Hispano-Suiza, así como automóviles La Hispano entre 1917 y 1931. Ensamblaje de automóviles Fiat-Hispano 514 entre 1931 y 1936. Base de Automovilismo del Ejército entre 1939 y 1943. Taller de prototipos ENASA entre 1945 y 1946. Taller de reparación de Renfe entre 1946 y 1967. Reciclado de acero entre 1967 y 1978.  

Antecedentes
El conjunto fabril de La Hispano, Fábrica de Automóviles y Material de Guerra, S.A., que a lo largo de los años ha perdido su gran taller de montaje, el edificio de la unidad técnica y los edificios auxiliares, -cuyos contornos han sido trazados sobre la vista aérea de más arriba- está protegido por la Ley de Patrimonio Histórico de Castillla-La Mancha desde 1990.

Descripción de las construcciones existentes
Visita a la antigua fábrica
En su frente, con vista a la carretera de Marchamalo, se alza aún la imagen visible de la factoría: una cortina de amplio desarrollo horizontal, -con 105 m de longitud total- construida en ladrillo visto y cierta tendencia modernista en su diseño y en su composición.

El edificio principal de la fábrica de La Hispano en 1970 y en la actualidad
En el centro se ubica el edificio de dos alturas para la dirección y los servicios administrativos, con dos plantas y 500 m² de superficie por planta. La fachada de ladrillo visto, el forjado entre plantas y el tejado están en condiciones aceptables.
Ala Oeste (izqda.) y Ala Este, dedicadas también a alojar servicios administrativos. Los muros de ladrillo están en pie.
A ambos lados del edificio noble se abrían sendos vanos para el acceso de vehículos y personas en las alas este y oeste respectivamente. En los flancos se ubican dos módulos de diferente envergadura: uno de ellos, que se utilizó para fines productivos y de almacenamiento, se alza en el sector occidental y cuenta con una superficie próxima a los 1.000 m² y cubierta de dientes de sierra con planos asimétricos paralelos a la fachada principal e iluminación cenital; otro, en el sector oriental, tenía  una  superficie de 250  m²  y
Nave almacén diáfana de 1.000 m² vista desde el Norte (izqda.) y desde el Noroeste. Conserva en buenas condiciones la cubierta y el pavimento
cubierta a dos aguas perpendicular a la fachada principal. Estas construcciones tenían su acceso desde el patio interior, ajardinado en su espacio central, el cual estaba delimitado por los citados módulos, por el desaparecido taller de montaje y por las vías de acceso al conjunto de talleres.
Jardín interior visto desde el Nordeste (izqda.) y desde el Noroeste. Se observa la fachada Norte del cuerpo del edificio noble.
La calle principal partía de la puerta de vehículos situada en el ala oriental de la fachada. Su trazado quedaba delimitado por los edificios de producción: al este, una construcción independiente de dos plantas que aún se mantiene en pie, seguida de dos naves tangentes, -de 10 m de luces por 110 de longitud total- con cubiertas a dos aguas y al oeste, la obra más importante: el taller de montaje, un gran espacio de más de 8.300 m² –cuyas dimensiones máximas eran 135 m x 90 m- con una cubierta de dientes de sierra con planos asimétricos e iluminación cenital de estructura metálica que dejaba una altura libre de 4,50 m. En su promedio y con acceso desde la calle se alzaba el edificio de la unidad técnica -de tres plantas y con una superficie de unos 200 m² por planta- con fachada de ladrillo de igual diseño que la del edificio administrativo.
Edificio de producción de pequeñas piezas y control de calidad: Vistas desde el Suroeste (izqda.) y desde el Noroeste (dcha). En el centro, interior del mismo.
Al final de la calle se erigía un depósito de agua elevado con estructura de hormigón. El recinto contaba con una vía férrea de servicio que permitía la entrada y salida de mercancías y productos terminados a través de la línea férrea Madrid-Barcelona, la cual delimitaba la parcela del recinto fabril por el este.

Finalizamos aquí la visita a la fábrica en el centenario de su construcción, en espera de tiempos mejores que la vean surgir de nuevo como un exponente indispensable del patrimonio industrial de nuestro país.

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